martes, 31 de mayo de 2016

La que me hechizó

Un escrito del pasado; hallado por coincidencia. Oculto con la esperanza de no ser hallado; escrito con la esperanza del desahogo, de  una mente atormentada por el abandono, la soledad y el desamor.
Era la tercera vez que la enfermera, quien descubriera el papel, leía el escrito. Los cristales de las ventanas lloraban. Los rayos, lejanos, refulgentes y estruendosos, auguraban la tormenta que se aproximaba. La enfermera no decidía cómo proceder, si ignorar lo leído o entregarlo al doctor a cargo —de quien sabia era un patán bien disfrazado—. Sin atinar a cómo proceder se dirigió a donde se hallaba el autor de la nota, y le miró por entre las cortinas —ella no lo sabía pero, era la segunda vez que se hallaba ahí, de urgencia, sólo que esta vez solo—: sentado al borde de la cama lucia cansado, abatido, de expresión hastiada pese a su joven edad. El muchacho llevó una de sus manos hasta su frente, frotándose las sienes; al hacerlo relucían las vendas en su brazo. Verle le conmovió, más que compadecerle, deseando alguien la quisiera de aquel modo.

Yendo a casa, en el transporte público, durante el trayecto no dejaba de pensar en el dilema, y releía con la esperanza de saber qué hacer. Por la noche la leyó hasta quedar rendida ante la fatiga, física y mental; la hoja de papel resbaló de sus manos, deslizándose por la nada hasta tocar el suelo; y quedando boca arriba.

La que me hechizó

Por más que lo intento, por más que me esfuerzo, tan sólo no lo consigo. Sin importar que haga, o con quien esté.
Las semanas pasan, como mirando el pasar de un ferrocarril, un ferrocarril con seis vagones  arrastrados a toda prisa por la maquina; los cuales, sin notarlo, ya se hallan a la distancia.
Vivo días cotidianos y solitarios, aunados a noches frías y tormentosas. Por las mañanas consigo olvidarle durante los primeros minutos del alba. Durante todo el día no hay más que ella, apareciendo constante e intermitentemente en mí mente, aunque yo no lo quiera. «Que me diría en esta situación o que haría en esta otra, o pensar, sé que esto le gustaría».
Por las noches… por las noches, rodeado de sombras y siluetas deformes, se hace presente en mi mente, así como en mis sentidos; acechándome. Cierro mis ojos para, así, tratar que se desvanezca su presencia; la misma que se aproxima hacia mí, a gatas, desde los pies de la cama, y por sobre ella. Al abrir de nuevo los ojos, esperando que se haya marchado ya, están frente a mí sus ojos, sus lindos ojos. Los que me miran fijamente, sin parpadear, sin apartarse de los míos; pasados unos minutos de mirarlos con profundidad lentamente incrementan de tamaño. Trató de ocultarme de ellos, ocultándome bajo una almohada.
Al crearse el más profundo de los silencios, dejando atrás toda clase de sonido: el tic-tac del reloj, los caninos aullarle a la luna o los felinos gritar desenfrenados; su voz puedo escuchar. Diciendo las palabras más bellas que podre escuchar, subsecuente a palabras que atormentan mi alma, palabras crueles y dolorosamente penetrantes.
A mitad de la noche, me encuentro tembloroso, repleto de sudor frío y aterrado. Aterrado por que se ha ido, y por más real que la sienta no lo es.
Si por alguna razón, ella no se hace presente en mí, tomó esa prenda, la prenda que olvido antes de partir, la acerco a mi nariz y dejo que los recuerdos me inunden, por muy dolorosos que ahora resulten.
¡Prefiero perder la cordura, que perder su presencia… lo que me queda de ella!
30-10-15

A la mañana siguiente, en un día esplendoroso y radiante, desayunando, la enfermera, decidió que sería lo mejor conservarla; pues creía concluyentemente, el muchacho no necesitaba algo que le recordara su pena y empeorara su compungida situación; y dársela al doctor sólo acrecentaría los problemas. La leyó una vez más, imaginando alguien le amaba de esa forma, antes de guardarla dentro de su alhajero, al estar preparándose para un nuevo día.



domingo, 29 de mayo de 2016

Hoy y Siempre

Mientras más tiempo pasa; mientras la vida se lleva consigo mis antiguos sueños y anhelos, diluyéndolos con cada parsimonioso, pero constante,  movimiento de la más extensa de las manecillas en el reloj; consigo parten esos deseos, planes y esperanzas: de estar con ella, compartir nuestras vidas.
Pero, espero que aún sepa que, pase lo que pase y sea cuando sea, estaré ahí: donde tenga que ir, cuando tenga que ir y para lo que sea.


Hoy y Siempre


Se fuerte y resiste, resiste de pie, o harta y cansada en tu cama, pero como sea, se fuerte y resiste.
Resiste las inclemencias de la vida, los obstáculos en ella, las dificultades que parecen insolubles, los días tristes, las noches solitarias.
Resiste hasta que vuelva; o hasta que un día por azar nos volvamos a encontrar, el día en que espero me cuentes que todo va bien, que tu vida es como la soñaste. Pero, si no es así, ten por seguro que estaré ahí para ti.
¡Tan sólo resiste!


D. Leon. Mayén


Hoy y Siempre - CC by-nc-nd 4.0 - D. Leon. Mayén

viernes, 27 de mayo de 2016

Frío Invierno

17-10-15

Frío Invierno


De nuevo, como cada año, ha llegado esta estación del año.  La que hace tiempo ame tanto. Días, tardes y noches; frías, húmedas y lluviosas.
Siento el frío que atraviesa la ventana, y se filtra por debajo de la puerta.

En cuanto el frío se apodera de mis sentidos, provocándome la nostalgia de cálidos recuerdos, te echo de menos. Extrañó esas noches de otoño e invierno, donde bajo las sabanas nuestros cuerpos encontraban calor en el otro permaneciendo tan juntos como si fuésemos uno solo; hasta que con un cálido beso por la mañana te marcharas.


D. Leon. Mayén

Frío Invierno - CC by-nc-nd 4.0 - D. Leon. Mayén

viernes, 20 de mayo de 2016

Un paseo por la ciudad

¡Lo bello de estas líneas es que las escribí pensando en ella, y, quizá, tú lo hagas en alguien al leerlas!

Un paseo por la ciudad

 Si mañana, andando por la ciudad, nos encontramos. Al mirarte, sentiré que no he dejado de amarte, que fue apenas ayer cuando te vi por última vez.
Volverán a mí todos esos sentimientos acompañados de recuerdos, provocando en mí un incontrolable deseo de correr hacia ti, tomarte en mis brazos y hacerte girar como solía hacerlo, aprisionándote con fuerza entre mis brazos. Fingiendo que nunca terminamos. Besándote y besándote hasta el cansancio.
En cambio sólo nos saludamos, preguntando cómo hemos estado. Y siguiendo cada uno por su camino.



D. Leon. Mayén


Un paseo por la ciudad - CC by-nc-nd 4.0 - D. Leon. Mayén

martes, 17 de mayo de 2016

Tocando fondo

Publicado en Tumblr el: 26-10-15

Como podrán leer a continuación y, en estas breves líneas, si han leído anteriormente mis entradas, esto que escribí el año pasado es  posterior a que ella se fuera, que termináramos, que cometiera el que quizá será mi gran y eterno error. En esos tiempos todo volvió a un gris tétrico, a una soledad familiar, pero más gélida y desmotivadora; sentimientos  enmascarados  por la emoción de terminar la que es mi primera novela  corta, mientras esperaba la llamada de una editorial que jamás llego —cosa que me tiene un tanto sin angustia, pues soy realista y sé que no es tan buena como creí en el momento, siendo nuevo en la materia —.
Esas sensaciones desesperanzadas y desoladoras ahora las cubro de nuevo escribiendo; ¡y vaya que sí funciona! Pero sé que únicamente es tapar el sol con un dedo, soluciones momentáneas, pues en la penumbra de la noche siento ese dolor, muy hondo en mí, que persiste ocultándose como yo lo hago de él, esperando acechante por uno de esos momentos solitarios en que nos encontremos cara a cara, ansioso por cobrarme.


No estoy del todo seguro, pero esas sensaciones emocionales, las proyecto al escribir —no en lo que publico aquí, pues la mayoría de los post son “reposteados”—, llegando a tener que dejarlo todo para poder respirar unos días del agobio de pensar y pensar el desarrollo de la historia, y de enmascarar todo tras un muro inexistente para no afrontarlo.

Normalmente mis entradas las publico también en comunidades de Google+, generalmente temáticas de amor o literatura, según el tema; pero esta vez no hablo de amor, sino de mi vida en un tiempo amargo y gris en ella, algo que dudo le interese a muchos, pues si no intereso en el depresivo Tumblr, menos aquí, ja-ja-ja.



Tocando fondo

Sólo me queda seguir adelante, aunque eso sea cavar más y más profundo, en este oscuro hoyo en el que me encuentro desde hace tanto.
Seguir adelante esperando salir. Aceptar que nadie vendrá a sacarme o ayudarme a salir.
Y aceptar como la verdad absoluta, que siempre he estado solo y eso nunca cambiara. Quien no tiene que perder, tiene todo por ganar… Oh ¿No?

domingo, 15 de mayo de 2016

Reseña: Los más bellos cuentos rusos

Reseña: Los más bellos cuentos rusosDe: Autores diversosPor: Editores mexicanos unidos


Heme aquí de nuevo, amigos, escribiendo de cuentos.  Anteriormente reseñe dos pertenecientes a este mismo libro: La campesina disfrazada, y, Lenochka; dos de mis preferidos en este libro, pero no los únicos, pues  al avanzar parsimonioso por entre sus páginas descubrí historias que, para mi particular sentir, me resultaron desde, entretenidas, divertidas, interesantes y, en particular la ultima, trágica, conmovedora y a la vez cruel, e inolvidable por ende—aunque apenas ayer lo termine, y en consecuencia leí el ultimo cuento titulado: «El niño», de: Vsevolod Ivanov; no creo olvidarlo fácilmente—.
Uno de ellos que, especialmente me ha divertido mucho, es el titulado: Edipo Rey —nada que ver con Sófocles—. De igual modo y mismo autor: «Los ladrones», de: Arcadi Averchenko. ¡Vaya que sí reí!
 Los que admiré por sus personajes y/o me conmovieron por su historia, fueron:
«Historia del capitán Kopeikin», de: Nicolai V. Gogol
 «Biriuk», de: Ivan S. Turgueniev
«Valor», de: Lev Tolstoi
«Los ruidos del bosque», de: V. G. Korolenko
«El capitán Kablukov», de: Leonid Andreiev.
No entro en detalles como el estilo y cosas más técnicas, literariamente hablando, porque no soy muy fijado en ese aspecto; pues, tanto al leer como escribir, prefiero hacerlo contemplando, “viviendo” una historia que me provoque algo, sensaciones, pensamientos, emociones e imagines, que vayan desde, ya sea, suspenso, intriga, incertidumbre, amor, romance, pasión, ternura, compasión, indignación, rabia, miedo, horror, repulsión, etc.; básicamente algo que me toque el corazón de alguna forma, y me haga evocar imágenes transcritas y plasmadas en mi mente al recordar lo que he leído.
Por otro lado, no menciono lo ocurrido en los relatos aludidos con la esperanza de que, al leer las líneas previas, les motive a leerlos.
Por mi parte, el libro lo adquirí en la librería… «El sótano» (no lo recordaba, ja-ja) por $40.00 monedas (pesos); también me parece se encuentra en «Casa del libro»; esto, en México al menos; desconozco si está disponible en formato digital. “Supongo se pueden hallarse en línea”.

En total, el libro, cuenta con catorce autores y quince cuentos; siendo autores que van desde principios del Siglo XIX hasta finales del mismo y principios del siguiente; y claro, todos ellos rusos.

Si llegas a leer alguno de los cuentos mencionados, me gustaría “oír” tu opinión, así mismo si adquieres el libro.


D. Leon. Mayén

jueves, 12 de mayo de 2016

Inevitable e insoportable: inesperado

No lo recuerdo del todo bien, pero creo que esto lo escribí, seguramente, en agosto del 2015, a algunos días de auto-romperme el corazón, no, destrozarme los pedazos que quedaban hasta quedar nada más que punzantes astillas; que hasta hoy siguen hiriéndome. 
Podría leer estas líneas sin fin, y el dolor que experimente al hacerlo no se diluiría al revivir cada una de ellas.
Ahora que lo pienso, ella desconoce este texto; jamás sus ojos lo vieron, y espero no lo hagan.


Inevitable e insoportable: inesperado


Cada instante que pasa me acerca más y más hacia lo que más temo, algo que parecía… distante y en su mayoría improbable. Pero aún así siempre latente, presente aún sin importar si quisiéramos o no verlo. Acechándonos permanentemente, desde las sombras, ansiando que nos descuidáramos bajando la guardia. Rondando a nuestro alrededor, siendo testigo de cada beso, cada caricia, de todos los momentos felices que vivimos. Observando atentamente… cada lagrima derramada, de cada una de todas esas noches solitarias deseando estar juntos, de las palabras que susurramos al viento por la noche, fantaseando que pudiesen llegar a oídos del otro, y las noches soñando con sentir el cuerpo del otro entre las sabanas.
Hoy, no sé que me pesa más saber, si el hecho de que es inevitable y se aproxima el momento del adiós… o más el saber que es inminente nuestra separación; y lo desconoces.
De nada serviría contar las semanas o los días, inclusive las horas. Como sea ese momento tan temido llegara, lo quiera o no.
Qué utilidad tendría marcarlo en el calendario, sólo me serviría para recordar el día en que perdí lo que me quedaba, y no me refiero a ti. Jamás fuste mía; eso sería como tener un colibrí enjaulado; precioso y siempre libre.
Ese día llegara, y caminó hacia el sin poder detenerme, paso a paso, acercándome a ese lugar al que mientras más cerca más oscuro se vuelve… El día que tanto temo, y más aún la inmediata noche.
Después de ese día no se que pasara conmigo, lo que sí sé es que estarás mejor sin mí, siguiendo tu camino como siempre has hecho. ¡Volando libre cual colibrí, mi amada…!



D. Leon. Mayén


Inevitable e insoportable: inesperado (A solas) - CC by-nc-nd 4.0 - D. Leon. Mayén

sábado, 7 de mayo de 2016

Lagrimas de Amor

Ensayo. Cuestionado sobre lo que haría por amor, escribí este ensayo, y sobre todo al intentar responderme esa pregunta; sin total claridad de saberlo aún.


Lagrimas de Amor


Amor por aquí, amor por allí. En la actualidad quien no ha usado la palabra amor y sus conjugaciones.

Como: yo amo mi “Smartphone”, yo amo a mi cantante favorito, o simplemente por exagerar algo grato.

A mi parecer, al usar tanto esa palabra llega a desgastarse y perder el sentido profundo que debería reflejar; y un sentimiento que quizás jamás se conozca del todo.

¿Cómo saber si se ama o se es amado? Es algo difícil, al pensarlo con detenimiento.

Hace ya demasiados años, en apariencia, para mí, amor era decir u oír “te amo”; dos palabras que al pronunciarlas una tras la otra forman algo especial por el simple hecho de expresarlo. Es como si se tratase de una palabra mágica, que ahuyenta a algunos y entrelaza a otros (sea sincera o no).

Al pasar el tiempo, madurar, y amando de diversas maneras e intensidades, pero en el fondo siempre de la misma, me revotaba en la cabeza con más frecuencia una pregunta: ¿Cómo saber si esto que presumo es amor realmente?

Ahora me parece algo más simple de responder al cuestionarme más preguntas: ¿Qué haría por quien o lo que amo?, ¿Daría todo sin reservas ni mesura? ¿Lucharía hasta el cansancio? ¿Cambiaría para ser quien realmente se merece? ¿La aceptaría totalmente por quién es? Y la que me parece la más reveladora de todas, pero no por ello fundamental: ¿Daría mi vida por amor? ¿Daría mi vida por ella para que pudiera seguir su vida, sin mí? Cómo haría por un hermano o un hijo. ¿Estaría dispuesto a renunciar a todo en mi vida por que la amo? Renunciar a todo lo que me hace feliz, por lo que me levantó cada mañana, todos los amigos, la familia, los sueños y proyectos sin cumplir. Dejar ir todo, para que ella pueda realizar sus propios sueños y metas. Básicamente seguir su vida.

Pero, como todo en esta vida no es tan simple, muchos dicen lo harían, y no es más que una afirmación hipócrita con doble intención. Por otro lado, es probable que este acto se considere egoísta y podría serlo, no lo sé. Pero, ¿No sería más egoísta no hacerlo de ser necesario?

Tal vez sea una pregunta tonta para algunos. Para mí no lo fue cuando me la plantearon; es de esas preguntas que llevas toda la vida presente.

Aunque no vivo preguntándome si daría mi vida, para saber si es amor.


D. Leon. Mayén


Lagrimas de Amor - CC by-nc-nd 4.0 - D. Leon. Mayén 

Analizándolo con detenimiento, no sé porque le puse ese titulo, pero igual me gusta.

lunes, 2 de mayo de 2016

En el final

Publicado en Tumblr el: 14-9-15

Que es un adiós sino el comienzo de la añoranza, el aprecio y el deseo por alguien o algo que se aparta de nosotros, por un lapso de tiempo, si bien va, corto o prolongado. Que es el olvido sino la ausencia de ese anhelo deseoso y constante por alguien. Porque a quien se ama o se amo… no se olvida.


En el final


Cuándo tú y yo… cuando lo nuestro haya terminado ¿Realmente será así?
Cada uno con su vida por delante, siguiendo de frente, sin el otro.
Pero aún así, yo pensando en ti, tú en mí.
Llorando el uno por el otro.
Soñando ambos con esos besos apasionados atrapados en nuestros recuerdos.
Sufriendo día a día por la ausencia del otro.
Anhelando noche tras noche esperando una sonrisa, una mirada o una caricia.
Pensando, si piensas en mi cómo y cuando yo lo hago.
Deseando que seas feliz, aunque yo jamás lo sea sin ti; sé que estarás mejor sin mí.
Una y otra vez extrañándote, deseando estés junto a mí, siempre más que antes, tratando de llenar un enorme hueco que quedó al terminar lo que juramos jamás terminaría, lo que sólo acabaría al morir.
¿Cómo es que esto puede terminar? ¡Si sigo pensando en ti y tú en mí, aun que ésto haya terminado!

¿Es acaso que así viviremos desde ahora? ¿Sufriendo en silencio, pensando, soñando y deseando al otro sin importar que tan lejos nos hallemos o que tan solos estemos, o peor aún, estando con alguien más?


D. Leon. Mayén


En el final - CC by-nc-nd 4.0 - D. Leon. Mayén