No lo recuerdo del todo bien, pero creo que
esto lo escribí, seguramente, en agosto del 2015, a algunos días de auto-romperme el
corazón, no, destrozarme los pedazos que quedaban hasta quedar nada más que punzantes
astillas; que hasta hoy siguen hiriéndome.
Podría leer estas líneas sin fin, y el dolor que experimente al hacerlo no se diluiría al revivir cada una de ellas.
Ahora que lo pienso, ella desconoce este texto; jamás sus ojos lo vieron, y espero no lo hagan.
Podría leer estas líneas sin fin, y el dolor que experimente al hacerlo no se diluiría al revivir cada una de ellas.
Ahora que lo pienso, ella desconoce este texto; jamás sus ojos lo vieron, y espero no lo hagan.
Inevitable e insoportable: inesperado
Cada
instante que pasa me acerca más y más hacia lo que más temo, algo que parecía…
distante y en su mayoría improbable. Pero aún así siempre latente, presente aún
sin importar si quisiéramos o no verlo. Acechándonos permanentemente, desde las
sombras, ansiando que nos descuidáramos bajando la guardia. Rondando a nuestro
alrededor, siendo testigo de cada beso, cada caricia, de todos los momentos
felices que vivimos. Observando atentamente… cada lagrima derramada, de cada
una de todas esas noches solitarias deseando estar juntos, de las palabras que
susurramos al viento por la noche, fantaseando que pudiesen llegar a oídos del
otro, y las noches soñando con sentir el cuerpo del otro entre las sabanas.
Hoy,
no sé que me pesa más saber, si el hecho de que es inevitable y se aproxima el
momento del adiós… o más el saber que es inminente nuestra separación; y lo
desconoces.
De
nada serviría contar las semanas o los días, inclusive las horas. Como sea ese
momento tan temido llegara, lo quiera o no.
Qué
utilidad tendría marcarlo en el calendario, sólo me serviría para recordar el
día en que perdí lo que me quedaba, y no me refiero a ti. Jamás fuste mía; eso
sería como tener un colibrí enjaulado; precioso y siempre libre.
Ese
día llegara, y caminó hacia el sin poder detenerme, paso a paso, acercándome a
ese lugar al que mientras más cerca más oscuro se vuelve… El día que tanto temo,
y más aún la inmediata noche.
Después
de ese día no se que pasara conmigo, lo que sí sé es que estarás mejor sin mí,
siguiendo tu camino como siempre has hecho. ¡Volando libre cual colibrí, mi
amada…!
D. Leon. Mayén
Inevitable e insoportable: inesperado (A solas) - CC by-nc-nd 4.0 - D. Leon. Mayén
No hay comentarios.:
Publicar un comentario