Que es un adiós sino el comienzo de la añoranza, el aprecio y el deseo por alguien o algo que se aparta de nosotros, por un lapso de tiempo, si bien va, corto o prolongado. Que es el olvido sino la ausencia de ese anhelo deseoso y constante por alguien. Porque a quien se ama o se amo… no se olvida.
En el final
Cuándo tú y yo… cuando lo nuestro haya
terminado ¿Realmente será así?
Cada uno con su vida por delante, siguiendo de
frente, sin el otro.
Pero aún así, yo pensando en ti, tú en mí.
Llorando el uno por el otro.
Soñando ambos con esos besos apasionados
atrapados en nuestros recuerdos.
Sufriendo día a día por la ausencia del otro.
Anhelando noche tras noche esperando una
sonrisa, una mirada o una caricia.
Pensando, si piensas en mi cómo y cuando yo lo
hago.
Deseando que seas feliz, aunque yo jamás lo sea
sin ti; sé que estarás mejor sin mí.
Una y otra vez extrañándote, deseando estés
junto a mí, siempre más que antes, tratando de llenar un enorme hueco que quedó
al terminar lo que juramos jamás terminaría, lo que sólo acabaría al morir.
¿Cómo es que esto puede terminar? ¡Si sigo
pensando en ti y tú en mí, aun que ésto haya terminado!
¿Es acaso que así viviremos desde ahora?
¿Sufriendo en silencio, pensando, soñando y deseando al otro sin importar que
tan lejos nos hallemos o que tan solos estemos, o peor aún, estando con alguien
más?
D. Leon. Mayén
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