Como podrán leer a continuación y, en estas breves líneas,
si han leído anteriormente mis entradas, esto que escribí el año pasado es posterior a que ella se fuera, que termináramos,
que cometiera el que quizá será mi gran y eterno error. En esos tiempos todo volvió
a un gris tétrico, a una soledad familiar, pero más gélida y desmotivadora;
sentimientos enmascarados por la emoción de terminar la que es mi
primera novela corta, mientras esperaba
la llamada de una editorial que jamás llego —cosa que me tiene un tanto sin angustia,
pues soy realista y sé que no es tan buena como creí en el momento, siendo nuevo
en la materia —.
Esas sensaciones desesperanzadas y desoladoras ahora las
cubro de nuevo escribiendo; ¡y vaya que sí funciona! Pero sé que únicamente es tapar
el sol con un dedo, soluciones momentáneas, pues en la penumbra de la noche siento
ese dolor, muy hondo en mí, que persiste ocultándose como yo lo hago de él,
esperando acechante por uno de esos momentos solitarios en que nos encontremos cara
a cara, ansioso por cobrarme.
No estoy del todo seguro, pero esas sensaciones emocionales,
las proyecto al escribir —no en lo que publico aquí, pues la mayoría de los
post son “reposteados”—, llegando a tener que dejarlo todo para poder respirar
unos días del agobio de pensar y pensar el desarrollo de la historia, y de
enmascarar todo tras un muro inexistente para no afrontarlo.
Normalmente mis entradas las publico también en
comunidades de Google+, generalmente temáticas de amor o literatura, según el
tema; pero esta vez no hablo de amor, sino de mi vida en un tiempo amargo y
gris en ella, algo que dudo le interese a muchos, pues si no intereso en el
depresivo Tumblr, menos aquí, ja-ja-ja.
Tocando fondo
Sólo me queda seguir adelante,
aunque eso sea cavar más y más profundo, en este oscuro hoyo en el que me
encuentro desde hace tanto.
Seguir adelante esperando salir.
Aceptar que nadie vendrá a sacarme o ayudarme a salir.
Y aceptar como la verdad
absoluta, que siempre he estado solo y eso nunca cambiara. Quien no tiene que
perder, tiene todo por ganar… Oh ¿No?
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