lunes, 7 de agosto de 2017

Reseña: Halo: El Flood

Halo: El Flood; de William C. Dietz

Reseña


Subgénero: Ciencia-Ficción                                                         Publicación: 2003
Título Original: Halo: TheFlood                                                 Contenido: 291 Páginas


¡ADVERTENCIA, ESTA RESEÑA CONTIENE CITAS Y SPOILERS DE LA OBRA!

Todo comienza justo donde concluye el título anterior: Halo: La Caída de Reach; en el Pillar of Autumn huyendo a coordenadas “desconocidas”. Realmente a las coordenadas donde la IA de la nave, Cortana, los lleva; siendo obtenidas por el Spartan 117 en la entrega anterior, y mismas que los llevan directo a Halo, el mundo anillo —Algo que, debo destacar, durante muchos años ignoré ya que nada de esto se menciona en los videojuegos; simplemente comienzas tras concluir la nave el viaje hiperespacial y despertar John—.
Aunque la historia va de la mano con la narrativa y sucesos de Halo: Combate Evolved, son bastantes los sucesos y personajes que no se incluyen en el videojuego antes mencionado. Todo comienza momentos antes de salir del viaje hiperespacial; antes de despertar al Jefe Maestro… el último Spartan.
De igual modo que en el juego, se describe el abordaje del Covenant a la nave humana, sólo que desde ambas perspectivas: humana y alienigena. Como es costumbre, la carne de cañón al frente: Jackals y Grunts guiados por Elites. Particularmente, un Elite llamado IsnaNosolee es enviado, muy a su pesar prefiriendo combatir, a recopilar inteligencia, desde datos acerca de armas y fuerzas militares hasta el mayor premio de todos: la ubicación del mundo natal de sus enemigos, la Tierra; fungiendo Isna como un Osoona”, u Ojo de los Profetas. Su misión, consistente en tres objetivos, es: primero, requisar la IA de la nave enemiga; segundo, capturar algún oficial de la tripulación, y tercero, grabar toda su misión para así obtener datos en combate; todo bajo el manto protector del camuflaje óptico en su armadura (invisibilidad).
 Después, tras una fuerte lucha entre la tripulación y el enemigo la nave es evacuada. (En cierta parte se narra todo lo que hace el Jefe Maestro hasta llegar a la nave de escape —final del primer nivel en el juego—, algo que hasta cierto punto, y de forma contrapuesta, me disgusto ya que resulta soez al haber jugado el videojuego; pero, por otra parte, resulta necesario para el desarrollo de la trama).
Lo sucesos y personajes paralelos a lo visto en el videojuego —la travesía del Spartan 117 en compañía de su fiel y vital compañera Cortana— son refrescantes, con esto me refiero a que le dan una nueva perspectiva y jugabilidad al juego, a este universo en general. Como por ejemplo el descenso de la tripulación del puente del Pillar of Autumn —entre ellos el Capitán Jacob Keys, el Alférez William Lovell, etc.— así como de Pelicans con SCDOs arribar en Halo: una estructura colosal con el propósito de formar un ecosistema con una atmosfera muy similar a la de la Tierra; desde playas, bosques, terrenos nevados, hasta pantanos; todo funcionando de forma autónoma; creado por una civilización ancestral, sumamente avanzada y… extinta por los oscuros secretos que resguarda el anillo: la Instalación 04. (Es aquí donde, me parece, se hace la primera referencia a los Forerunner).
En parte, lo no visto en el juego es: la Alpha Base, lugar que capturan y usan como puesto de mando las fuerzas sobrevivientes de la UNSC; de qué modo es capturado el Capitán Keys por el Covenant —bajo una cobarde traición— y llevado hasta la nave Truth and Reconciliation del Covenant, y cómo, tras ser rescatado, llega a los pantanos encontrándose en las profundas entrañas de una estructura con el Flood —¡tantas cosas bien hiladas con la historia jugable!—. La horrible y agonizante muerte a manos del Flood, al estar siendo despojados de su conciencia, es… sublime y espantosa a la vez. Surgiendo entonces un nuevo enemigo; acentuando la ya de por sí cruenta batalla por sobrevivir en el anillo: formándose una batalla a tres bandas.
Las batallas en tierra, como antes las espaciales, se llevan mis palmas. Llenas de acción e incertidumbre, en tiroteos y entre vehiculos; muchas de ellas terminando de forma sorpresiva para ambos bandos —¡exceptuando al Flood; malditos insaciables sin piedad!—. Ataques a la Alpha Base, una misión de rescate y después de captura la Truth and Reconciliation; la recogida de suministros del Pillar of Autumn, la persecución y emboscada tras ello, y más tarde la “recuperación” de la nave.
El desarrollo de la historia puede ser algo lento conociendo el juego —y no es que el juego sea lento, para nada; es el más largo y con mayores misiones en la saga—,  pero en retrospectiva todo es parte de un buen y placentero rompecabezas; aunque claro, no todo es miel sobre hojuelas.
Hablando de los personajes, por parte del Covenant, sin duda, mis favoritos son Yayap y Zuka ‘Zamamee; Grunt y Elite respectivamente. Yayap es simplemente fabuloso. ¡El sólo quiere vivir! Y ‘Zamamme sólo desea terminar con la existencia del Jefe Maestro. He aquí un fragmento y la primera aparición de ambos:
“Mientras la batalla contra los humanos continuaba con furia, un Grunt llamado Yayap lideraba un pequeño destacamento de su propia especia a través de una media derretida escotilla, y llegaron a la escena de una masacre. El mamparo cercano estaba empapado de reluciente sangre azul. Casquillos percutidos estaban esparcidos por todas partes y una enmarañada pila de cuerpos de Grunts testificaba un enfrentamiento perdido. Yayap se volvió en breve duelo por sus hermanos caídos. La mayoría de los muertos eran Grunts, lo que no le sorprendió a Yayap. Hace mucho ya que los Profetas habían usado a su raza como carne de cañón. Él tuvo la creencia de que ellos se habían ido a un paraíso de metano. Estaba a punto de pasar por la horrible pila cuando uno de los cuerpos hizo un quejido. El Grunt pausó y, acompañado por uno de sus compañeros –un Grunt llamado Gagap–, entró en el sangriento desastre, sólo para descubrir que el sonido estaba asociado con un Elite de armadura negra, uno de los Bendecidos de los Profetas”, tipos que estaban a cargo de estas mal consideradas incursiones. Por ley y costumbre, la raza de Yayap estaba sometida a venerar a los Elites como divinos enviados de los Profetas. Desde luego, la implementación de la ley y de las tradiciones en el campo de batalla era de alguna manera, flexible. “Déjenlo”, aconsejó Gagap. Eso es lo que él haría si alguno de nosotros estuviera ahí tirado y herido.” “Cierto, dijo Yayap cuidadosamente, pero tomaría cinco de nosotros cargarlo de regreso al bote de asalto. Le tomó a Gagap diez latidos completos el asimilar la idea y finalmente apreciar su genialidad. No tendríamos que luchar.” “Precisamente”, dijo Yayap, mientras los sonidos de la batalla crecían una vez más. Muy bien, cojámoslo, agarren sus brazos y piernas, y saquemos su trasero fuera de aquí. Una rápida verificación comprobó que las heridas del Elite no eran mortales. Un proyectil humano había pasado a través de la visera del guerrero, desgarrando a través del costado de su cabeza y se había aplanado así mismo dentro de la superficie del casco del Elite. La fuerza del golpe lo había dejado inconsciente, aparte de eso, había tenido algunos cortes y magulladuras cuando cayó al suelo. El Elite sobreviviría. “Ah, lástima”, pensó Yayap. Satisfechos de que su boleto fuera de la nave haría que vivieran lo suficiente para llevarlos a donde buscaban ir, los Grunts tomaron al guerrero de las extremidades y marcharon como patos corredor abajo. Su batalla había terminado.”
A partir de esto Yayap sufre de un completo revés a sus intenciones originales, ya que Zuka decide hacerlo su fiel escudero creyendo había arriesgado su vida para salvarlo, uniéndose ahora en el propósito de matar al Spartan 117 a como dé lugar. (Devoré el libro ansioso por saber que sería de este par).
Por el lado humano, mis dos personajes favoritos, y heroínas de la historia, son la Primer Teniente Melissa McKay: miembro de las fuerzas SCDO; valerosa y angular miembro de la batalla en la Instalación 04 y quien, al igual que el Jefe, salvan a la humanidad de un horrible fin a manos del Flood, yendo por sobre el imbécil de su superior, el Mayor Antoni Silva… y la vida de otros. Así como la Oficial de Vuelo Carol Rawley, “Foehammer”, sencillamente sin ella tanto el Jefe como otros miembros de la UNSC en Halo no habrían podido lograr sus valiosos objetivos.
343 Guilty Spark es justo lo que es en Combat Evolved, estricto e irreflexivo con respecto a los protocolos y la contención del Flood. Un personaje que se quiere y odia a ratos; un importante aliado y un dolor en el trasero. Guilty Spark, Monitor de la Instalación 04, una IA poseedora de un hardware “semejante” a una esfera, celoso guardián y encargado de todo en el anillo; hasta el punto de “engañar” al Jefe para activar el anillo y usarlo contra la amenaza Flood, como dictan los protocolos establecidos por sus creadores los Forerunner; misma razón que los contrapone entre sí, formándose, brevemente, un cuarto bando en la historia, siendo apoyado el Monitor por los Centinelas, maquinas flotantes protectoras del anillo.
Y bueno, ante todo esto y mucho más, John-117, el Jefe Maestro, el legendario héroe, termina vencedor. Hay diversos momentos en la historia en que se da de manifiesto el sentir de John al ser el último Spartan, al perder a cada uno de sus hermanos en Reach. Esto es, para mí, lo mejor del libro: adentrarse en el pellejo de nuestro héroe; ¡porque es muy distinto jugar a ser el Spartan 117 siendo un soberano imprudente gatillo alegre, a verlo en nuestras mentes como el mismo!

La descripción de lo vivido por John, pero más que nada los escenarios, me daban unas ganas de jugar el juego en ese mismo momento; además de querer constatar ciertos aspectos del entorno.
Por último debo decir que cada vez me fascina más y más como el mundo de la literatura influye en el de los videojuegos y viceversa. Y no sólo por Halo, sino que hay un sinfín de ejemplos; el más claro, y de mis favoritos, es el de Tom Clancy: con sagas de videojuegos como Rainbow Six, Ghost Recon, Splinter Cell y H.A.K.S. (siendo las más notables); y en lo literario con Rainbow Six, Op-center (una larga saga), Splinter Cell, y novelas como A la caza del octubre rojo, entre muchas más. Pero, también, recuerdo, que de la saga de Hitman (nada que ver con las películas), previo al lanzamiento de la penúltima entrega: Hitman: Absolution, se publicó un libro a modo de precuela y enlace entre éste y su sucesor Hitman: Blood Money.
Y del otro lado, de libros a videojuegos, están, desde luego, The Witcher con tres títulos ya; juegos de Sherlock Holmes (entrando en mis favoritos Sherlock Holmes: Crimes & Punishments, resultando en lo que me parece es una especie de fusión entre el afamado personaje de Sir Arthur Conan Doyle y la obra de Fiódor Dostoyevski, Crimen y castigo; pues aunque no lo he leído por falta de tiempo y efectivo, se puede encontrar claramente el libro en sí en el gameplay del juego). Y el subtitulo del juego es muy sugerente.
Obviamente hay muchos más ejemplos.



D. Leon. Mayén