jueves, 27 de julio de 2017

Enamórate

Enamórate


A la chica X.
Te he oído decir que dudas ahora de enamorarte. Yo te digo hazlo. Hazlo, pues es de las más puras y verdaderas libertades que aún nos quedan.
Podrán escoger cuando venimos a este mundo, cómo nos vestimos, lucimos o deberíamos, que debemos decir y cuando, con quien debemos o no relacionarnos, lo "bueno y malo" (correcto e incorrecto), y cómo funciona el mundo, la vida misma... Pero, jamás, jamás debemos permitir que dicten o influyan sobre quién nos enamoramos. ¡En eso no!
Es mejor un error propio que una experiencia robada; por muy dolorosa que resulte... llega a ser necesaria.
A fin de cuentas, ¿qué es lo peor que pasaría de enamorarte?: ¿Con el tiempo terminar con el corazón roto?, es inevitable al vivir. ¿O... o, terminando por amar a esa persona? ¿Es peor sufrir por un amor fallido o jamás haber amado y ser amado?
Para mí es jamás haber amado.
Ahora, justo ahora, a las 04:30 hrs., escribiendo esto, te digo: "¡Estoy enamorado de ti!"
Mis horas de sueño se ven perturbadas al no poder dejar de pensar en ti; las distracciones intentadas no surten efecto pues invariable vuelves a mi pensamiento. Pienso y pienso sin fin, algo común en mi, sobre las discordias en un posible tú y yo: distancia, tiempo... diferencias, disímil cosas y factores que más y más se vuelven absurdos. Ya que, lo que predomina en mí es lo positivo, la esperanza, un creciente anhelo; y el tormento de no tenerte frente a mí... y decirte tanto.
Vacilo si sería mejor ceder a ese intermitente murmullo que me reclama: "Es una locura. Piénsalo bien; mejor será te fijes en alguien más." Hasta hace poco lo intenté... Sólo para descubrir que por ninguna sentiría jamás lo que por ti; por más atractiva que resulte es incomparable la belleza, la beldad, que mis sentidos perciben por ti; interna, externa, conocida y desconocidamente. ¡Ah…! Todo eso que me tiene por las noches en vigilia y los días baboseando distraído; más lo que ansío con desesperación saber y descubrir de ti.
No te pido que de mí te enamores... eso depende sólo de ti; como antes he dicho. Te pido... me concedas, me permitas una oportunidad; que una señal contundente o disimulada, pero clara, me des de que podrías, por mí, sentir lo mismo. O, bien, que de una vez por todas me calle, deje de buscar algo distante o improbable. Si te place se cruel, despiadada al decírmelo... pero, por favor, te pido, te suplico e imploro termines con este, mi cegador y martirizante, sufrir por ti. Tú, y sólo tú puedes acallar esta pasión que me devora sin clemencia más allá de todo control que puedo ejercer sobre mí para frenarla; y desespera no dar rienda suelta.
Libérame. Grita y extingue la llama que en mi pecho me consumirá irremediable; o... con tus labios silba y aviva la flama para con su calidez poder envolverte llegado el momento.

Sufrir por amor es haber amado. Sufrir por amor es anhelar poder desembocar el amor que nos ahoga por ese alguien. Y, sufrir por amor es desear que te ame.
¡Yo sufro… y sufriré por ti!



D. Leon. Mayén


Enamorados
Fotografía del perfil, en Flickr, de Nestor Galina
Usada bajo la licencia Creative Commons

No hay comentarios.: