Lo mismo de siempre
Días en pena, noches en vela.
Por una mujer, aún sin rostro o silueta.
No sé siquiera exista. Si se
halle allí afuera. Más allá de mis gustos y pensamientos, de mi imaginar, de
mis anhelos, o lo que merezco, de lo que amo y sueño.
¿Dónde es que está? ¿Pensara
como yo; esperando a que aparezca repentinamente en su vida?
¿Sufrirá cuándo yo lo hago?, sin
importar que tan cerca o lejos nos encontremos; por causas diferentes, o quizá,
tan semejantes que de saberlo nos aterraría. Cómo sea, resulta aterradora esa
idea, por muy intrigante, interesante y romántica que sea: dos almas que sufren
a distancia, al mismo tiempo, sin conocerse o saberlo, pero, vinculadas por las
penas que siente cada uno.
¿O debe ser así…
como siempre?, algo cotidiano, de pensamiento limitado e imaginación escasa. Mejor
olvidarlo todo, y seguir como siempre: con un paso delante del otro, y mirando
intrigado de vez en vez esperando no haberla pasado por alto.
D. Leon. Mayén
No hay comentarios.:
Publicar un comentario