viernes, 23 de marzo de 2018

Bloqueado, destrozado

Tiene mes y medio que no publico nada aquí, ni el estado del clima. Y de este pensamiento se origina por allá en el extinto dos mil diecisiete, específicamente en septiembre. ¡Seis meses...! Juraba, hasta hace unos minutos, que tenía menos tiempo que lo escribí... la mitad de tiempo quizá. Sorprende el funcionamiento de la memoria, de la verdad del ayer en ésta, de cómo carece de sentido o del mismo tiempo como estrictamente lo conocemos.
Es curioso pero, con respecto a mi estado anímico contado en el siguiente texto... creo estar igual, si no es que peor.

Bloqueado, destrozado


Siento ardientes ganas de escribir, mas no sé sobre qué. Un cuento quizá, alguna historia larga, sobre mi amor-desamor… sobre ella.
Desbloquearme lo logro con tiempo o buscando algún pensamiento navegando errante en mi cabeza, como tantos y tantos; o sólo escogiendo un proyecto aún en el aire, orbitándome a la espera. De cualquier modo esto es más fácil que recordarla o pensar en ella, en aquellos tiempos lejanos; sentir algo hacia ella que me de aliento para vivir… ¡Maldita sea!, este amor me terminará matando sin remedio.
La vida resulta un estúpido dilema sin remedio. Es algo de lo que más aborrezco en ella. ¿A dónde me llevará haberla amado? No lo sé. Pero, lo que sí sé es que no sería quien soy sin haberla conocido, amarla, amado; sin cada uno de los pasos previos, aborribles, martirizantes e imperecederos que moran en mí sin poder desecharlos; cada paso que me llevó a ella, sosegando el pesar y la bruma de entonces. Paso a paso caminé hacia ella, sin saberlo o quererlo; ahora alejándome… sabiéndolo y queriéndolo… y no.
En ocasiones, por extensos ratos me duele ser yo, ser como soy sin remedio alguno —por situaciones y aspectos inmutables e invariables por mí, más allá de mi voluntad—; y en otras aprecio y disfruto de quien soy. Tal vez algo común en todo nosotros, pero constantemente me cuesta creerlo. Vivir condenado a esta ambivalencia que desconozco a donde me llevara…, sin ella, mi cura, mi aliento, mi esperanza y razón de vida.


D. Leon. Mayén



Falling Down... for her

No hay comentarios.: