Chica X
Pensar en ti no es algo ajeno en mi día a día, pese a poco
saber de ti. La ilusión, el fantasear con devoción algo grato es natural,
aunque a veces desesperanzador por falta de replicas.
Si bien tu silencio me asfixia preferiría que lo hiciera uno
de tus abrazos o lo que fuera… pero no este invernal silencio que me esperanza
tanto como me lastima, me motiva como me desalienta… me llena de vida como me…
Tontamente, quizá, tus letras, tus post, me regocijan al
hacerme pensar, inevitable, que son dirigidos para mí, para que los mire; mas acallo
el incontenible impulso de responder, pues aunque parecen lanzados al aire sin
destinatario temo sean lo opuesto. Y no es que tema el rechazo… o puede que sí,
ya no lo sé.
Verdaderamente me atraes como me confundes; con frecuencia
desconozco lo que por ti ciento ya que me parece una arrebatada locura propia,
a la vez que un deseo profundo y sincero que prefiero no reprochar y dejarme
llevar sin más por él, ya que me colma de júbilo y esperanza… Esperanza, algo
que sentía lejano.
Por las noches mirando las estrellas me cuestiono que
debería hacer al respecto de mi sentir: ¿Hacer lo que mi impulsivo pecho
dicté?, ¿callar y esperar paciente lo que haya que aguardar, contando los días
evolucionando en meses?, o ¿olvidar? —cosa que me es imposible intento tras
intento—. X…, si algo de ti supiera, lo que fuera, me aliviaría de este
agridulce martirio —que constante me tiene en vigilia—, que por mucho que me
duela también, lo admito, disfruto con moderación… Mientras estés presente en
mí mi sufrir es sosegado y convertido en algo extraño, menos torturante.
Chica X, tanto disfrutaría decir tu nombre, como añoro
pronunciarlo y que lo escuches, rodeado, precedido o posterior a cientos de
palabras que surgirían de mí si tú… dijeras, musitaras o mostraras algo por mí.
De mi poco sabes, desconoces mi voz y mucho más, pero todo
te diría, respondería hasta a la más absurda o vergonzosa de las preguntas que
de tus labios florezca. Y es que eso temo sobre todo lo que siento por ti:
hacer lo que sea por ti, por sobre mis miedos y hondas dudas, o no hacer lo que
fuera para lograr esto que añoro con frenesí.
Lo que conozco de ti me llama inclemente a acercarme. Y algo
que sé es qué no eres ni la mitad de lo que muestras; hay otro lado en ti que
anhelo conocer, sin importarme como sea.
No encuentro que hacer, que decir o que esperar a futuro. Si
me es posible callaré esto que siento esperando alguna señal tuya… por muy
soñadora que sea.
D. Leon.
Mayén

Fotografía del perfil, en Flickr, de Denny David
Usada bajo la licencia Creative Commons
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