lunes, 30 de octubre de 2017

Andromalia - Una esperanzadoramente futura novela

Después de cerca de veinte meses inmerso en este proyecto, es que por fin he llegado a su fin. Una historia, un proyecto que bien podría nutrirlo sin fin, sin un horizonte palpable, por meses; un don y defecto en mí. No por esto quiero decir que se halle inconclusa la novela o algo similar. Lo que quiero expresar es que siempre hallo algo más… una palabra que encaja mejor, algún detalle que si bien en su momento me pareció prudente ahora no, y quizá esta nueva corrección a futuro también me parezca así.
Escribiéndola, durante este largo-o-o periodo de mi vida —a veces efímero, otras extenso—, he aprendido mucho sobre mí —más de lo que quisiera—; a la vez que mi fascinación por nuevas “cosas” se ha hecho presente, algo que disfruto demasiado. Ejemplo de ello es un extraño afecto y melancolía hacia los animales —sobre todo los estelares de la obra, ja, ja—, entre otras “cosillas” repetitivas y angulares en Andromalia. En cuanto al género respecta, me es complicado definirlo con precisión, pues no es del todo lineal en ese aspecto.
Tras esas horas, noches y días de imaginar, devanarme la cabeza y elucubrar, tanto sobre los personajes como a lo que se enfrentarían, es que, al fin, espero poder ver mi esfuerzo dar frutos, ser reconocido, que haya un público que lo disfrute tanto o más que yo esta historia, y, si todo va bien, ser publicado; algo que seguramente me “matará”; entre una cada vez más eterna y agónica espera por una respuesta que… Bueno, difusa.
Sin más preámbulos, los dejo con una pequeña sinopsis hecha por mí.



Sinopsis Andromalia - El hijo de la reina

Drískell de Drakdlan, un soldado retirado por voluntad propia hace años por trágicas
circunstancias en El Continente, tiene como trabajo llevar a Elidor, un cerdito noble,
educado y parlanchín como curioso basta la tierra del conocimiento: Verdsnan.
Emprendiendo un largo viaje, en principio grato; acompañados de los fieles compinches
de travesía de Drískell: Zorka, su fiel corcel; Wirt, la astuta zarigüeya; Sheply, el comodino
pero confiable can, y Pekar, la querida mula; animales que para Drískell son sus
inseparables amigos... compañeros de la vida. Todo se ve trastornado al verse forzados a
cruzar la ciudad de Gregsindal, misma que planeaban evitar a toda costa, y donde
sucesos perversos: raptos, explotación sexual, inmisericordes asesinatos, contrariedades
y hondas perdidas conducen a Driskell a retomar parte de quien era al abandonar El
Continente. Entonces, como antes, volverá a la senda del valeroso guerrero, del
implacable asesino que en antaño fue en compañía de su estimado preceptor; pasado
que hasta la fecha lo atormenta con angustiantes pesadillas, teniéndolo en el día en un
constante estado de alerta y lucha por contener un avasallante impulso de agresión; que
terminará dominándolo. La pesadilla se materializa cuando, estando en la ciudad, tras ser
requerido por el Regente de ésta, uno de sus acompañantes desaparece sin dejar rastro
alguno. Lo que lleva a Driskell a comenzar una imparable búsqueda por rescatarlo,
sabiendo el horrido destino que le espera de no conseguirlo a tiempo. Esto lo conduce a
más desdicha y reveses en sus objetivos, y terminando por encontrar la valerosa e
incalculable ayuda de Antenor; quien ahora lo respaldará para completar su objetivo
primordial y ejecutar los demás, entre ellos eliminar a las endemoniadas cabezas de la perversa ciudad; así tenga que enfrentarse al "ejercito' que sigue sus ordenes... ya que
él, Driskell, sólo muerto incumpliría su palabra.

Toda esta historia se desarrolla en un mundo donde algunas especies animales (cerdos,
cabras, ovejas) tiene las capacidades, los dones, del habla y el entendimiento; y que a su vez, ayudados por objetos denominados como fuizz, pueden replicar acciones exclusivas
del hombre, como: escribir, dibujar, pintar y sostener objetos con moderada simpleza,
entre algunas. Por otro lado, el resto de los animales, sobre todo mamíferos y aves,
poseen una inteligencia que les permiten destrezas moderadamente cercanas a las del
hombre, incluso una comunicación entre ambas razas que, siendo algo burda, es útil
como benéfica para ambos; y que no todos consiguen lograr. Tecnológicamente el mundo
se encuentra en lo que sería para nosotros el siglo XVII-XVIll: un mundo movido por
equinos, embarcaciones y la mensajería; y en la horrible realidad de la inexistencia de un
inodoro; con armas de abancarga al frente de las guerras, acompañadas por la ambición
de conquista y dominio de tierras. La devoción a diversas deidades es presente (femeninas sobre todo). Así como variadas lenguas; primordialmente y como eje fundamental el español (bajo otro nombre).



Me he planteado, de forma indecisa, publicar en este medio, mi blog, algunos capítulos esporádicos. Si les parece buena la idea o simplemente quisieran saber un poco más de Andromalia, háganme saber su opinión, ya sea en un comentario, aquí en el blog, por mi Google+ o bien en mi Twitter.
Agradezco su tiempo; y cómo diría Elidor, gustoso y sincero: !TENED SUERTE!

Jugando en la ruleta...

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